viernes, 30 de noviembre de 2007

Primer bloque

Artística del programa






Video situacional





¿Qué hacemos?



La pregunta resonó en todo el aula. No era por lo amplio de las pequeñas instalaciones del ITEC sino por el silencio que se adueñó de las voces de los casi veinte compañeros de la comisión II de segundo año.



La consigna estaba dada. Un programa, de una hora, con producción, conducción, edición y todas las artes y los oficios asociados a la puesta al aire de un especial televisivo.



Luego del silencio inicial, lluvia de comentarios. La mayoría sin una idea concreta. Deportes por un lado, magazine cultural por el otro, algo pasatista por allá.



Pero había algo de lo que, como futuros profesionales del periodismo, no podíamos despegarnos. El compromiso social. Antes que nada el periodista tiene un contrato con el pueblo, con la sociedad. Y eso pesó. Pesó en la decisión final.



Miramar había sido golpeada, más precisamente su comunidad, por dos casos que dejaron marcas en las familias de la ciudad y del país. Natalia y Manolo, dos jóvenes miramarenses, sufrieron sendas desapariciones. Una radicada, el otro nativo. Una eligió vivir allí junto con su familia, él lo decidió desde el vientre de su madre. La primera apareció, asesinada y violada. Manolo es una incógnita.



Estas cuestiones, y otras más, fueron las que nos decidieron a llevar adelante el proyecto.



Comparar, diferenciar, analizar, escuchar, entender, transmitir fueron las pautas del programa que realizamos en grupo luego de arduas reuniones de producción en la facultad y fuera de ella. Así fue como respondimos a la cuestión principal. Hicimos "Natalia y Manolo".





Por Kinka para "Natalia y Manolo"

Conocimiento de los casos

Natalia Melmann

Manuel Duarte

Bloque de Natalia

"Su" lugar, el de la entrevista

Un barrio lleno de naturaleza. De árboles, de pájaros, de espacios, de aire puro. Una casa humilde, acogedora. Una madre, un padre. Fotos que completan una biblioteca atiborrada de libros. Una hermanita que, estudiando y con la misma edad que tenía Natalia, nos recordaba lo buena alumna que era "Naty", el compañerismo que de ella nacía, la preocupación por el prójimo. Alguna vez les dijo a Gustavo y Laura que no querría tener hijos para poder adoptar a todos aquellos que no tuvieran un hogar, todos aquellos desprotegidos por la vida y la sociedad. Desprotección que ella vivió en carne propia. En carne y alma.

Porque no sólo se trató de su acceso carnal, violento y lleno de monstruosidad, sino del acceso a su espiritualidad. A esa pureza que la desbordaba, que provocaba la admiración de sus amiguitos, de sus maestros. Que enorgullecía a mamá y papá.

Y eso, esa violación lasciva a ese estado de pureza, es lo que les da bronca. Los hace levantar la voz, llenar sus ojos de lágrimas, mirar con firmeza, amargura y desamparo a todo aquel que quiera osar decir que Naty, esa que los acompaña en cada minuto de sus vidas, ha desaparecido.

Ella está. Ella continua presente en cada rincón de la ciudad que hace más de quince años eligieron como "su" lugar en el mundo. Un lugar donde no hay cemento, asfalto, hierro, humo, bocinas, multitudes, atropellos, gritos. Sólo mar, arena, aire puro, pájaros y naturaleza.

Por Kinka para "Natalia y Manolo"

Bloque de Manolo

La gente

Los casos y los medios

Las marchas

Último Bloque.

Análisis

Sin cadenas-Natalia y Manolo

Video de cierre

Así cerramos el programa y abrimos las puertas de su reflexión.